HUESO FRONTAL
El frontal es un
hueso impar y medio situado en la porción anterior del cráneo. Su porción superior o escama del frontal, vertical,
es regularmente convexa y forma parte de la bóveda craneal; la otra, inferior,
horizontal u orbito-nasal, se separa casi en ángulo recto del borde inferior de
la escama del frontal y se proyecta horizontalmente en sentido posterior. En
conjunto, el frontal presenta dos caras: una, posterior y cóncava, es la cara
interna (endocraneal o cerebral); la otra, anterior, angulosa y proyectada
hacia delante, es la cara externa (exocraneal o cutánea). Las dos
caras, interna y externa, están separadas por un borde
circunferencial.
Cara externa (exocraneal)
Está dividida en dos
partes (una, vertical o frontal, denominada escama del frontal; la otra,horizontal
u orbitonasal) por la arista del ángulo que forman las dos porciones del hueso
frontal, denominada cresta orbitonasal.
a) Cresta
orbitonasal. Se distinguen
tres segmentos: uno medial, el borde nasal, y dos laterales,
los bordes supraorbitarios, que están situados a uno y otro
lado del borde nasal. El borde nasal tiene forma de V
ampliamente abierta por su parte inferior. Es dentado y se articula con los
huesos nasales medialmente y con la apófisis frontal del maxilar lateralmente.
Los bordes supraorbitarios forman,
a cada lado, el reborde superior de la cavidad orbitaria. Cada uno de ellos es
romo medialmente y cortante lateralmente, y presenta, aproximadamente a 3 cm de
la línea media, en la unión de las porciones roma y cortante, una escotadura o
agujero, la escotadura o agujero supraorbitario, que da paso a los vasos
y nervios supraorbitarios. Ligeramente medial al agujero supraorbitario, se
observa en ocasiones una escotadura estrecha y poco profunda, la escotadura
frontal, recorrida por los vasos del mismo nombre. El borde supraorbitario
termina lateralmente en una prominencia prismática triangular, la apófisis
cigomática, que se articula con el ángulo superior del hueso cigomático.
En el
extremo medial del borde supraorbitario se describe generalmente otra apófisis,
denominada apófisis orbitaria medial, que está situada, no obstante, un
poco posterior al extremo medial del borde supraorbitario. Desciende entre la
apófisis frontal del maxilar y la lámina orbitaria del hueso etmoides hasta el
borde superior del hueso lagrimal, que está yuxtapuesto al borde superior de
los dos huesos vecinos.
b) Escama del frontal. Toda esta parte de la superficie del hueso
frontal es convexa y corresponde a la frente, a excepción de una pequeña
carilla cóncava que se orienta lateralmente y que pertenece a la fosa temporal.
En esta cara se reconocen: a) en la línea media, inmediatamente superior
al borde nasal, los vestigios de la sutura frontal o sutura metópica,
que une las dos mitades primitivamente diferentes del hueso frontal; b) superior
y próxima al borde nasal, una eminencia media, ancha y roma, arqueada y cóncava
superiormente, que se denomina glabela (eminencia frontal media); c) una
prominencia roma, el arco superciliar, que se prolonga lateral y un poco
superiormente al extremo lateral correspondiente de la glabela; d) superior
al arco superciliar, una eminencia redondeada y lisa, la eminencia frontal, que
es más acentuada en el sujeto joven; frecuentemente, un surco vascular excavado
por una rama de la arteria supraorbitaria recorre la cara inferior y lateral de
las eminencias frontales; e) una cresta curva de concavidad posterior,
denominada línea temporal, que asciende superiormente a la apófisis
cigomática y forma la porción anterior de la línea temporal superior, y f) una
pequeña superficie triangular, la cara temporal del hueso frontal,
situada posteriormente a la línea temporal y sobre la que se insertan los fascículos
anteriores del músculo temporal.
c) Porción orbitonasal. Esta porción del
hueso frontal presenta, en la línea media, la escotadura etmoidal, que
es ancha, rectangular y circunscrita por una superficie anfractuosa en forma de
herradura, la superficie etmoidal del hueso frontal. De la porción media de esta
superficie se proyecta, inmediatamente posterior al borde nasal, una larga
apófisis, la espina nasal. La
espina nasal tiene la forma de una pirámide triangular de base superior y
vértice inferior. De las tres caras de la espina, la anterior es rugosa y se
articula con la cara posterior de los huesos nasales. Las dos caras
posterolaterales son lisas y cóncavas, y contribuyen a la formación de la pared
superior de las cavidades nasales; están separadas una de otra por una arista media
posterior que se articula con la lámina perpendicular del hueso etmoides.
La
escotadura etmoidal está bordeada lateralmente por dos superficies anfractuosas,
alargadas de anterior a posterior, excavadas por cavidades separadas entre sí
por medio de delgadas laminillas óseas. Estas cavidades son las celdillas
frontales, que completan las celdillas etmoidales. En estas superficies
anfractuosas se observan también dos canales ligeramente oblicuos medial y
anteriormente, casi transversales. Estos canales son transformados en
conductos, denominados agujeros etmoidales, por los canales situados en
la cara superior del laberinto etmoidal.
Lateralmente
a la zona etmoidal se encuentran dos superficies cóncavas, lisas y triangulares
denominadas caras orbitarias. La concavidad de estas caras orbitarias no
es regular. Está más acentuada: a) lateralmente, donde se marca una
depresión denominada fosa de la glándula lagrimal, ya que en ese punto
se encuentra la glándula lagrimal, y b) medialmente, donde existe una
pequeña excavación, la fosita troclear, sobre la que se inserta la polea
de reflexión del músculo oblicuo superior. La fosita troclear está a veces
reemplazada por una espina o una simple rugosidad.
Cara interna (endocraneal)
Esta cara
es cóncava en su conjunto. A nivel de la línea en que las dos porciones,
vertical y horizontal, se continúan entre sí, el hueso frontal está
notablemente engrosado, de forma que el ángulo abierto posteriormente formado
por la unión de las dos porciones del frontal está disminuido. En la línea
media se aprecia, inmediatamente superior a la escotadura etmoidal, un
agujero, denominado agujero ciego, que conduce a un conducto muy corto
que acaba en un fondo de saco. Con frecuencia el agujero ciego está reemplazado
por un surco que el borde anterior, escotado, de la crista galli transforma
en conducto.
Superior
al agujero ciego se alza una arista aguda y media, de 2 a 3 cm de longitud; se trata
de la cresta frontal. La cresta frontal se bifurca superiormente, y las
dos ramas de bifurcación forman el surco del seno sagital superior. A
cada lado de este surco se observan con frecuencia depresiones de forma y
dimensiones variables, que se denominan fositas granulares (de
Pacchioni) y están excavadas por vegetaciones del tejido subaracnoideo.
A los lados se observan inferiormente, a
un lado y otro de la escotadura etmoidal, dos superficies convexas y
mamelonadas: son las paredes superiores de las órbitas (eminencias orbitarias),
que corresponden a la porción orbitaria del hueso frontal. Están cubiertas por
depresiones irregulares, las impresiones digitales, que corresponden a
las circunvoluciones del lóbulo frontal, y por salientes alargados que las
separan entre sí, conocidos con el nombre de eminencias mamilares. Por encima
de las paredes superiores de las órbitas se encuentran las fosas frontales, que
se corresponden con las eminencias frontales de la cara externa.
Borde del frontal
El borde del hueso frontal comprende dos segmentos: uno superior y
semicircular y otro inferior y horizontal. El segmento semicircular es
dentado y está cortado en bisel, a expensas de la lámina interna del hueso
superiormente y de la lámina externa inferiormente. Se articula con los huesos parietales
superiormente y con las alas mayores del hueso esfenoides inferiormente. El segmento
horizontal, interrumpido en la línea media por la escotadura etmoidal,
limita posteriormente con las paredes superiores de la órbita. Se articula
en casi toda su extensión con el ala menor del hueso esfenoides.
Sin embargo, un poco antes de alcanzar su extremo lateral, el segmento
horizontal del borde del frontal es libre y liso en algunos milímetros de
longitud, y forma a este nivel el límite superior del extremo lateral de la fisura
orbitaria superior. En la unión de los dos segmentos, semicircular y horizontal,
el borde del frontal se extiende formando una superficie triangular que se une
a una superficie semejante del ala mayor del hueso esfenoides.
Arquitectura y configuración interna
La escama del hueso frontal está constituida, como todos los huesos de
la bóveda del cráneo, por dos láminas de tejido óseo compacto, las láminas o
tablas externa e interna, entre las que se interpone una capa de tejido óseo
esponjoso que recibe el nombre de diploe. La porción orbitonasal es muy delgada; en
casi toda la extensión de la pared superior de la órbita falta el tejido óseo
esponjoso. Seno frontal.
Normalmente, una de las celdillas frontales anteriores de la superficie
etmoidal del hueso frontal adquiere un gran desarrollo y forma a cada lado, en
el espesor del hueso, una cavidad neumática de dimensiones variables,
denominada seno frontal. El seno frontal se describirá con las cavidades
nasales, de las cuales constituye una dependencia
Osificación
A excepción de la espina nasal, el hueso frontal se forma directamente
en el tejido conjuntivo embrionario y proviene sólo de dos centros de
osificación laterales. Se forma a partir de dos piezas laterales, primitivamente
independientes, separadas por la sutura frontal inferiormente y por el ángulo
inferior de la fontanela anterior superiormente o La espina nasal del hueso
frontal, de osificación endocondral, se desarrolla a partir de dos centros de
osificación, que se forman en la porción anterosuperior del cartílago que da
origen a la lámina perpendicular del hueso etmoides.
Bibliografía
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